top of page

Una de las primeras voces de la radiodifusión aragonesa

La sonrisa de Aurora Royo ante el micrófono que se trasladaba a través de las ondas.

Poco se recuerda de su actividad profesional en la radio, donde comenzó muy joven en los estudios de Radio Zaragoza en los bajos de la Facultad de Medicina de Zaragoza en la Guerra Civil, en 1937. Su voz, dicen, era dulce y armoniosa, entrañable y muy personal. Dejó la radio para ingresar como religiosa en la Compañía de Jesús y María.


Contenido gráfico


La radio, una hermosa historia de amor

Con el "gong" y su sonrisa en los estudios de radio Zaragoza en la calle Almagro.

Fue una de las grandes voces de la radiodifusión aragonesa durante décadas y uno de los referentes más importantes de Radio Zaragoza. Inició su trabajo en la emisora como administrativa a finales de los años 30 del siglo pasado pero sus condiciones comunicativas le facilitaron su paso a la antena.


Presentó junto al Maestro Barea el programa “Ondas Infantiles” las tardes de los jueves para los más jóvenes. Fue locutora de continuidad y también saltó a la fama con el “pajarito Pinzón” que durante las Navidades le explicaba a la locutora cómo se habían portados los más pequeños, mediante cartas que enviaban los padres.


Contenido sonoro


Contenido gráfico





Pionero de los técnicos de sonido en Aragón

Luis Nápoles con Ortiz Remacha en los años los ochenta en un partido del CAI Zaragoza.

Luis Nápoles Villarroya nació en 1922 y falleció el 30 de enero de 2013 a los 91 años. Hasta finales de los ochenta del siglo pasado fue el jefe técnico de Radio Zaragoza y la persona que encontraba soluciones a las dificultades de transmitir, sobre todo fuera de los estudios, conexiones y programas en directo y grabados.


La inauguración de las torres del Pilar, el complicado acceso a las cabinas del campo de Torrero, varias décadas en La Romareda con Carrusel Deportivo, la emisión de la misa las mañanas de los domingos en los Capuchinos, los actos religiosos y culturales de la época, fueron encargos que asumió con agrado y eficacia.


La retransmisión de Las Siete Palabras, las mañanas de los Viernes Santo, los programas cara al público en la amplia cafetería de Radio Zaragoza y en el pasaje Palafox, el comienzo de las unidades móviles en los años setenta del siglo pasado, el Mundial de Fútbol 1982 en Zaragoza, fueron también algunos de los acontecimientos que cubrió como responsable técnico.


Su esposa, Ascensión Gimeno, fue una popular soprano en los años cincuenta y sesenta y participó en varios programas de Radio Zaragoza, como por ejemplo, La embajada de Alegría presentado por Manolo Serrano, otro histórico de la radio. También cantó por aquellos tiempos una noche de Navidad un villancico con letra del poeta y locutor José María Ferrer (Gustavo Adolfo) y música de Adolfo Sebastián.


Luis Nápoles comenzó muy joven y se jubiló cerrando una etapa tan extensa como brillante en la radio donde nadie pudo ocupar su puesto, creado por él y para él. Pero supo asumir la presencia de ingenieros, técnicos de nueva generación y demás personal cualificado favoreciendo el cambio tecnológico a las nuevas posibilidades.


Fotografías y sonidos de la colección de Ángel Nápoles, Pablo Blanco y Ortiz Remacha.



Contenido sonoro

Contenido gráfico









bottom of page